Estudios epidemiológicos muestran que este trastorno afecta entre el 1.3 y 3.5 % de la población mundial siendo mayor la incidencia en mujeres.En los últimos tiempos en nuestro país y el mundo ha surgido con gran ímpetu, como una de las patologías insignia de la era postmoderna cuyos cambios vertiginosos y efímeros se ven signados por una emoción predominante: EL MIEDO.
Cómo se manifiesta?
El ataque de pánico se manifiesta a través de la aparición de asaltos de ansiedad inesperados y recurrentes, y se ve acompañado de sintomatología muy variada e intrusiva como dolor y opresión en el pecho, falta de aire, palpitaciones, hormigueos, temblores, sequedad en la boca, nauseas o molestias abdominales, vértigo, dificultades para orientarse en tiempo y espacio, pérdida de foco visual, sensación de estar separado de uno mismo, y de irrealidad. Toda esta sintomatología suele verse acompañada de un miedo intenso (pánico) y una interpretación catastrófica (“me voy a morir”, “me voy a volver loco”, “me va a dar un ataque cardíaco”), con necesidad imperiosa de escapar de la situación.
Stanley Keleman plantea que el ataque de pánico sigue un continuum que se retroalimenta. En un principio la ansiedad se manifiesta frente a un desencadenante invisible pero dotado de significado inconsciente, nos sentimos amenazados por los cambios corporales que empezamos a percibir y alimentamos esa ansiedad con pensamientos catastróficos lo que termina transformando el miedo en pánico. Luego del primer ataque comenzamos a experimentar un estado de alerta y ansiedad anticipatoria frente a situaciones similares en las que se dio el primer episodio y de esta forma el nuevo desencadenante pasa a ser nuestro propio cuerpo, quien se vuelve un extraño, un enemigo, una amenaza interna de la que no podemos escapar. En gran porcentaje de la población afectada también se da la Agorafobia (temor de salir de la casa, y a permanecer en espacios abiertos), como mecanismo de evitación de los síntomas, lo que trastoca ciertamente la vida cotidiana.
Qué es?
Es una reacción de sistema nervioso vegetativo codificada genéticamente y tan antigua como la humanidad misma, que prepara al cuerpo para la reacción de lucha o huida ante un peligro inminente con el objetivo princeps de preservar la especie. Entonces toda la sintomatología descripta tiene una razón de ser, lo que la convierte en patológica es que el peligro desencadenante no es real. Nuestro cerebro se equivoca en distinguir si la amenaza es real o imaginada, no obstante, es una señal de alarma que no debemos desestimar. Las circunstancias de emergencia de los ataques de pánico son variadas pero siempre existe una conflictiva actual en los pacientes expresada a través de la somatización, no debemos olvidar que nuestro cuerpo se convierte en portavoz de aquello que no podemos poner en palabras.
Cómo se trata?
El ataque de pánico tiene solución si es abordado con un tratamiento contra la ansiedad efectivo y especializado. Existen gran variedad de técnicas para paliar la ansiedad y corrientes psicológicas que han hecho grandes aportes en esta temática. Desde el EMDR (corriente psicológica), se trabaja con psicoeducación, técnicas de meditación y respiración, y el reprocesamiento de las redes de memoria bloqueadas que han generado los síntomas con excelentes resultados a corto plazo y efectos duraderos.
Si puedes verte a ti mismo en la descripción de este cuadro, es posible que lo estés padeciendo. Es importante pedir ayuda siempre hay oportunidad de mejorar tu calidad de vida.
Durante un ataque de pánico hay algunos pasos que pueden ayudar a controlar nuestra ansiedad:
Contacto: Lic. Psic. Melisa Carballo
Atención en consultorio particular en Pinamar (Canelones) y Montevideo.
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