Los Inicios...


 En 1987 la doctora en Psicología Francine Shapiro descubrió esta revolucionaria disciplina curiosamente mientras caminaba por el parque donde observó que cuando tenía pensamientos perturbadores, sus ojos se movían rápidamente de un lado a otro, y de pronto cuando quería volver a recordar lo que la abrumaba, el recuerdo perdía fuerza. Shapiro quedó facinada por este hecho y comenzó a estudiarlo científicamente, primero sobre sí misma y luego sobre conocidos y amigos, hasta que en 1989 lo publicó en el Journal of Traumatic stress. Desde entonces,  el tratamiento se ha desarrollado y evolucionado y hoy es usado por miles de terapeutas en todo el mundo.

El  EMDR ha sido reconocido por la OMS (organización mundial de la salud) y la American Psychiatric Association como el mejor método para el tratamiento del TEPT (trastorno de estrés postraumático), aplicación sobre la que se han realizado la mayor cantidad de los estudios controlados. Este trastorno era padecido por muchos veteranos de guerra de Vietnam quienes se veían resignados a pasar el resto de sus vidas consumidos por el dolor y la culpa, luego de años de probar con otras terapias. Sin embargo, gracias al EMDR vieron a su alcance un nuevo comienzo, una oportunidad de vivir libres de los recuerdos que controlaban su vida. 

 

¿Qué dicen los críticos acerca de EMDR?


Como sucede con cualquier forma nueva de conocimiento, el descubrimiento y la introducción de EMDR no fue fácil siendo criticada desde varias perspectivas. Al comienzo se dijo que no funcionaba, pero cuando las investigaciones comenzaron a demostrar que sí lo hacía, matizaron sus afirmaciones diciendo que no era más que una variante de la llamada "Terapia de Exposición" (consiste en exponer al sujeto a la situación traumática tanto física como psicológicamente para desensibilizarlo) y por lo tanto los movimientos oculares eran superfluos. Sin embargo, investigadores independientes y otros dedicados al estudio de las terapias de exposición concluyeron que los componentes de las terapias de exposición y los del EMDR son tan distintos al punto de contradecirse.                                  Según estudios recientes entre el 84 y 90 % de quienes utilizan el EMDR (quienes han perdido un hijo, víctimas de una violación o catástrofe natural o padecen de enfermedades muy dolorosas u otros traumas) se han recuperado del estrés post-traumático (trauma único) en sólo 3 sesiones, algo inédito antes de la aparición de esta corriente psicológica.      

La realidad es que los hechos y las investigaciones han demostrado que EMDR facilita una mejora rápida y duradera sin necesidad de describir con detalle el recuerdo perturbador (ya que basta con traerlo a la mente), ni realizar muchas horas de trabajo en casa. 

Acerca del Trauma


La mayor parte de las personas considera que el trauma son sólo aquellos acontecimientos graves que nos llegan a través de los medios masivos de comunicación; sin embargo el diccionario define al trauma como "cualquier evento que deja un impacto negativo en nuestra conciencia" y eso es  en realidad.

 Dice el proverbio chino "El aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo".

El "Efecto Mariposa" es un término acuñado por Edward Lorenz dentro de la teoría del caos para dar cuenta de la complejidad e imprevisibilidad de los sistemas. Tal es así, que una pequeña variación en ellos puede generar un efecto considerablemente grande a corto o mediano plazo de tiempo.

El ser humano también debe ser pensado como un sistema complejo. Su padecer psíquico, se basa en experiencias vitales más tempranas de carácter traumático. Es de esta forma que un hecho aparentemente irrelevante puede tener la fuerza devastadora de un huracán. Es decir, lo que importa no son los hechos sino la forma en la que los interpretamos y los vivenciamos.

Shapiro habla de los traumas con "T" mayúscula, que son aquellas situaciones que por su intensidad ponen en jaque al sistema natural de procesamiento de la información, tales como accidentes, muerte de seres queridos, catástrofes naturales, etc. Y los traumas con "t" minúscula que por lo general son múltiples y cuyo origen está ligado con situaciones de menor importancia aparentemente, por ejemplo: humillaciones, bulling, etc. "Aparentemente" porque pueden irrumpir con  intensidad, incluso mayor a los grandes traumas ("T"). 

Aunque muchos abordajes psicoterapéuticos convencionales establezcan una clara distinción entre ambos tipos de trauma, desde el EMDR esta diferencia es irrelevante ya que se ocupa del modo en que el cliente se ve afectado por la experiencia y no de la importancia que el terapeuta pueda adjudicarle al trauma.