Programa de reducción del estrés a través de la    meditación


Las exigencias a las que estamos expuestos debido a la vorágine del estilo de vida contemporáneo hacen que el cuerpo responda, desarrollándose ciertos mecanismos que desgastan nuestro sistema y producen como síntomas principales: irritabilidad, dolores de cabeza, insomnio, fatiga crónica, somatizaciones varias, depresión, etc.

 

 

 

El programa de reducción del estrés a través de la Atención Plena o Mindfulness consiste en un entrenamiento de 8 semanas en la atención pura que permite anclar la consciencia al momento presente evitando dejarse llevar por la frustración de eventos pasados o la ansiedad que condicionan los eventos futuros.  Esto nos da la posibilidad de desarrollar las herramientas necesarias para conocer y manejar nuestras emociones, pensamientos y conductas, detectando patrones no saludables y logrando la ecuanimidad que permita responder (conducta, pensamiento y emoción integradas en una respuesta reflexiva y por lo tanto saludable) y no reaccionar (respuesta mecánica, automatizada que escapa a la reflexión consciente).

 

Durante el programa se incluyen prácticas de meditación Mindfulness, Movimientos conscientes (dos sesiones dictadas por el Maestro de TAI CHI Alfredo Rodriguez) y explicaciones prácticas sobre el estrés, la comunicación, las emociones y el dolor. El objetivo principal es estar presente cultivando la habilidad de responder conscientemente ante las situaciones que nos toca vivir y por tanto actuar de forma más asertiva.

 

Las sesiones tienen una duración de 2 horas, son en grupos reducidos (8 personas)  y alternan momentos de práctica guiada con momentos de compartir en grupo, lo cual es sumamente enriquecedor. Para cerrar el proceso participamos de una jornada de práctica intensiva en la que se practica todo lo aprendido a lo largo del programa.

Se entrega a los participantes audio con las visualizaciones guiadas para practicar en casa y carpeta con material teórico-práctico.

 

Contenidos temáticos:

 

Semana 1 - Consciencia plena, cultivando la mente de principiante.

 

Semana 2-Como percibimos los hechos, las personas y el mundo que nos rodea.

 

Semana 3-Abordando las emociones.

 

Semana 4-Estrés.

 

Semana 5-¿Responder o reaccionar? es nuestra elección.

 

Semana 6-Comunicación consciente (Basado en la comunicación no violenta de Marshal Rossemberg).

 

Semana 7-Cultivando emociones positivas.

 

Semana 8-Jornada de práctica intensiva.

 


                                 Origen del programa

 

El Programa de reducción del estrés consiste en una intervención psicoeducativa estudiada científicamente, y validada empíricamente cuyo origen tiene lugar 30 años atrás en EEUU, más específicamente en la Facultad de Medicina de la universidad de Masachusets en la cual el doctor  Jon Kabat-Zinn implanta en occidente una forma de meditación que data ya de miles de años.

El Programa MBSR (Mindfulness based stress reduction) consiste en un entrenamiento intensivo en Mindfulness (Atención Plena) que puede describirse como la capacidad de estar plenamente presente en el aquí y ahora, incluyendo todo aquello que forma parte del momento presente, sin juzgar si es de nuestro agrado o no y simplemente aceptando todo lo que ocurre. En está actitud básica tan simple, podemos permitirnos salir del automatismo mental en el que funcionamos para sorprendernos con las cosas que nos perdemos habitualmente.

Si bien asumimos que tenemos control consciente de nuestra mente, la mayoría del tiempo esta va y viene incesantemente entre el pasado y el futuro, de esta manera es poco el tiempo que la mente esta presente en el aquí y el ahora. El hecho de ejercitar la atención en el momento presente nos permite salir del "Piloto Automático" y cultivar la calma en medio de la agitación de la vida cotidiana. 

 

Este programa es una de las intervenciones reconocidas por el Instituto nacional de salud (NIH) de EEUU, dentro de la denominada medicina mente cuerpo que se centra en las "Interacciones entre el cerebro, mente, cuerpo y comportamiento y en la forma en que los factores emocionales, mentales, sociales y espirituales y del comportamiento afectan a la salud".


      ¿Quienes pueden beneficiarse?

  • Todos  quienes quieran aprender a practicar la meditación para conocerse y aprender a manejar las respuestas y las emociones.
  • Manejo del estrés.
  • Intervención complementaria en: Ansiedad, Ataques de pánico, Depresión, irritabilidad, Enfermedades crónicas, Dolor crónico, Fibromialgia.

            Objetivos

  • Bienestar (Cultivo de hábitos saludables).
  • Habilidades Personales (Atención, Amabilidad con uno mismo, Compasión, regulación emocional).
  • Relaciones Interpersonales (Empatía, Toma de decisiones, Asertividad).

                                      Mindfulness - Atención plena


¿Qué es Mindfulness?

 

Mindfulness o Atención Plena es una forma de meditación cuyo origen se remonta a las milenarias prácticas budistas, que datan de más de 2500 años. Sin embargo no hace más de 30 años que se ha ido incorporando a la medicina y psicología de occidente, siendo estudiada científicamente y por tanto reconocida en su eficacia para abordar la ansiedad y el estrés y sus síntomas tanto físicos como psicológicos, aumentando la autoconsciencia y el bienestar en general.

 Jon Kabat-Zinn, doctor en medicina, conocido como referente mundial en occidente fundó la Clínica de Reducción de Estrés en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts, en la que se dedicó a estudiar científicamente los efectos neurobiológicos de la meditación y a partir de ellos desarrolló su efectivo programa de reducción del estrés y tratamiento del dolor crónico (MBSR). Él, define Mindfulness como: “Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”. Esto nos sitúa como un observador de nosotros mismos con una actitud de curiosidad, interés y aceptación de los propios procesos internos, permitiéndonos aprender a relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo en nuestra vida, aquí y ahora, en el momento presente. Esta actitud nos brinda  la oportunidad de trabajar conscientemente sobre ello y por lo tanto de aprender a actuar responsivamente y no a reaccionar de forma mecánica.

 La práctica del mindfulness abre la puerta hacia nuevas posibilidades, nos trae al aquí y al ahora, nos invita a vivir una vida plena.


                          EL BUSCADOR (Cuento de Jorge Bucay)

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador, un buscador es alguien que busca, no necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando, es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió.                                    Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención, estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña

de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar

lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … “Abedul Tare, vivió 8

años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando

a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terriblemente conmocionado, este

hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra era una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había

vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún

familiar.- No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo

ha obligado a construir un cementerio de niños?.

El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí,

colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fue lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo.                   ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y

medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.


La mayoría del tiempo nos encontramos en un estado de "piloto automático". La vertiginosa vida actual nos lleva a realizar nuestras actividades cotidianas con un automatismo cada vez mayor, disminuyendo o anulando los espacios de contacto con la verdadera esencia de nuestro ser. Estamos alienados pensando constantemente en el pasado o planificando el futuro, pero escasean los momentos que dedicamos al ahora, quizás porque nos produce un vacío difícil de tolerar.   

Mindfulness nos propone romper con el murmullo ensordecedor de nuestros pensamientos y concentrarnos en disfrutar de lo que realmente tenemos, que es el ahora, nos invita a observarnos contemplativamente, a fluir conforme fluye el momento presente, a aceptarnos, comprendernos y tratarnos con compasión y cariño.

Con esta práctica podemos conocernos mejor porque tomamos contacto con nuestra esencia, aprendemos a ponernos en el papel de observador de nosotros mismos,  vemos las emociones y sensaciones que nos surgen con mayor frecuencia y comenzamos a comprender  que factores internos o externos las producen.

Asimismo nos ayuda a  vivir intensamente cada momento, a disfrutarlo como los habitantes de Kammir, ya que al salir del piloto automático podemos dejarnos invadir por las sensaciones placenteras que nos llegan del interior o exterior y disfrutar de las cosas más simples como si las estuviésemos experimentando por primera vez.

Con mindfulness aprenderemos a observar en vez de mirar, a saborear en lugar de tragar, a soñar en vez de dormir, a sentir en lugar de pensar y a vivir en lugar de simplemente existir. No olvidemos que como dice Bucay "El tiempo disfrutado es el único y verdadero tiempo vivido".

 

El hombre más feliz del mundo


El biólogo, investigador en genética, fotógrafo y monje budista Matthieu Ricard ha sido declarado por científicos de la Universidad de Winsonsin como el “hombre más feliz del mundo”, ya que varios estudios demostraron que su cerebro presenta una gran actividad asociada al bienestar y las emociones positivas.

Ricard es la prueba de que a través de la meditación se pueden alcanzar estados de bienestar y felicidad. No cuenta con bienes materiales, amor de pareja ni actividad sexual desde los 30 años, lleva más de 40 años dedicado a la práctica contemplativa budista, y su vida ha transcurrido recorriendo el mundo para promover proyectos humanitarios, el bienestar y la felicidad. 

Para él, la felicidad es un “tesoro escondido en lo más profundo de cada persona”,  y para alcanzarla se debe ejercitar la práctica contemplativa de la meditación y en el día a día control y fuerza de voluntad para lograr ver desde otra perspectiva los pensamientos y las emociones negativas.


Plantea que “Las emociones duran segundos, pero tenemos la tendencia a rumiarlas y su repetición crean estados de ánimo que después por acumulación llegan a convertirse en rasgos personales”, por eso una práctica importante en la meditación es no identificarnos con ellas, ya que no somos nuestras emociones somos mucho más que ellas, son un estado creado por nuestra mente con la cual estamos identificados.

Eckhart Tolle autor del conocido best seller "El poder del ahora", habla de la identificación con nuestra mente como la razón de que nuestro pensamiento se vuelva compulsivo.

Dice el autor: "No ser capaz de dejar de pensar es una calamidad terrible, pero no nos damos cuenta de ello por eso lo consideramos normal. Este ruido mental incesante nos impide encontrar ese reino de quietud interior que es inseparable del ser. También crea un falso ser hecho por la mente, que arroja una sombra de temor y sufrimiento".

Somos esclavos de nuestra mente sin saberlo y la libertad comienza cuando logremos emanciparnos de ella y aprendamos a contemplar al que piensa dentro de nosotros como observadores. En este punto descubrimos la parte oculta en nosotros de donde surgen el amor,  alegría y la paz interior y nos percatamos de que el pensamiento es solo una minúscula parte de nosotros.




 

 

 

El pasado, ya es historia, el futuro aún no ha llegado, todo lo que tenemos es el presente.

  Meditar es tomar contacto con nuestra esencia, es mirarnos contemplativamente, aceptarnos, sentir compasión, es aprender a cuidar de nosotros mismos.